Cercanías del río Jarama, febrero de 1937, las fuerzas nacionales intentan una ofensiva a gran escala con la intención de cortar las comunicaciones de Madrid. Una de las primeras maniobras es asegurar la zona próxima al río para conseguir establecer una línea estable de paso controlando los puentes Pindoque y San Martín de la Vega.
Mientras, el bando republicano se agrupa en torno al general Miaja consiguiendo cortar el avance hacia Arganda....El pasado sábado en el club intentamos reproducir uno de los sangrientos combates sucedidos a orillas del Jarama, por un lado el ejercito republicano formado por un batallón de tropas regulares apoyado por otro batallón de brigadistas internacionales de la XV se vieron las caras contra una bandera de la legión y un tabor de regulares de Marruecos.
Puede decirse que esta partida fue el estreno del suplemento España en Llamas, con un rotundo éxito en todos los sentidos.
La partida discurrió en una superficie de 240x180, en la cual teníamos unas secciones de río y una larga carretera que comunicaba dos pequeñas poblaciones, todo rodeado por varias elevaciones de terreno y unos bosques que ofrecían cobertura a las tropas.
Por unánime decisión, no usamos las misiones de FOW, sino que desplegamos ambos ejércitos al completo y cada bando asigno una serie de puntos de victoria a diferentes elementos de terreno, los cuales variaban en función de la proximidad a la zona de despliegue enemiga.
Los enfrentamientos empezaron cuando el bando republicano avanzo hacia posiciones nacionales con una punta de lanza blindada compuesta por tres camiones “tiznaos” y un carro T26, consiguiendo silenciar unas mortíferas ametralladoras pesadas que cubrían un punto elevado de gran valor a orillas del río. Seguidamente, una lluvia de fuego de mortero proveniente de los regulares moriscos diezmaron unas compañías del ejercito popular, los cuales mantuvieron la cabeza agachada esperando el demoledor asalto de unos pelotones legionarios dispuestos a ganarse su sueldo con sangre.
El centro del campo de batalla, puede decirse que fue anormalmente tranquilo, si bien la culpa fue de unas ametralladoras pesadas emplazadas tras unos muretes de una población cercana al rio que no dejaban de escupir plomo a todo el que intentase cubrir esa zona de tierra de nadie.
Por el flanco derecho, los tres tiznaos aguantaban sin saber como andanada tras andanada de fusileria, hasta que aparecieron tres T26 nacionales entre las angostas calles del pueblo, los cuales consiguieron unos precisos disparos de cañón y acabar con tan destartalados vehículos.
Las cosas por el flanco izquierdo no iban mucho mejor, las fieras tropas de la legión mantenían a raya a las poco entrenadas fuerzas populares, las cuales avanzaban azuzadas por los comisarios políticos en un intento de tomar una colina. En un momento de gloria, se armaron de valor y aguantaron un asalto legionario, consiguiendo acabar con la elite de los tercios.
Poco a poco, la superioridad numérica del bando republicano hizo mella en las defensas nacionales, al final, solo un puñado de regulares marroquíes aguantaban atrincherados en los aledaños de una pequeña iglesia, pero al final optaron por una retirada a zonas más seguras en su retaguardia.
Conclusiones, una estupenda e igualada partida que termino con una victoria marginal del bando republicano, todo ambientado con banderas y vestimenta de la época y regado por un “cremadillo” casero que ayudo a combatir el frío de una tarde lluviosa de febrero, con la mayoría de miembros del club disfrutando del acontecimiento.
Gracias a los compañeros de Desperaferro por esta divertida tarde.
Edito: Acabo de corregir dos fotos que no aparecian en el informe.